TABASCO: ¿CORRUPCIÓN O RENDICIÓN DE CUENTAS? EL DILEMA DE UNA INVESTIGACIÓN

Política

TabascoPOR: ELISEO MORENO

El país debe estar alerta al protagonismo y a la compra de conciencias por parte de los empresarios y grupúsculos políticos, que sólo aprovechan la situación de Tabasco como una coyuntura para sacar ganancias partidistas o políticas, incluyendo a los mismos gobiernos federal y algunos estatales (Estado de México, San Luis Potosí, Nuevo León).

También sirven estos desplantes mediáticos para desviar la atención sobre quiénes fueron los verdaderos responsables de la tragedia y cómo afectaron seriamente al Estado y al país con su irresponsabilidad producto de la corrupción y la torpeza; ya esto quedó evidenciado con las declaraciones hechas muy puntual y enérgicamente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), quien aseveró que estas inundaciones pudieron haberse evitado con una efectiva planeación estratégica y aplicación correcta de los recursos públicos asignados para estas contingencias.

Las imágenes transmitidas por los medios televisivos nos recuerdan el éxodo de los africanos que huían de las guerras internas en sus desolados países, los cuales, a diferencia del continente africano, en lugar de tierra seca y calurosa, aquí se camina y se sobrevive entre las aguas, sin más patrimonio que su propia piel arrugada por el agua y sus escasas pertenencias.

Ante esta situación, tanto el gobierno federal como el del Estado de Tabasco, han evadido y no han querido tocar el tema de la presunta responsabilidad de los gobiernos mencionados, y han fijado su postura alegando que no es el momento adecuado para buscar culpables y que lo primordial es dar de comer a los damnificados y luego reactivar la economía del Estado, lo cual es muy respetable, nada más que aquí se trata muy probablemente de la comisión de actos criminales que tienen su origen en la asquerosa corrupción que sigue imperando en algunos gobiernos, como el de Tabasco y muy probablemente en el gobierno federal pasado, por lo que, resulta también irresponsable evadir obligaciones de investigación criminal, para llegar al conocimiento de la verdad y, en su caso, fincar las responsabilidades de ley.

Incluso el Titular del Ejecutivo Federal canceló sus actividades en Chile, con motivo de la cumbre Iberoamericana, evitando un posible desencuentro con Hugo Chávez (quien punto y aparte, les espetó ciertas verdades a los jefes de estado y de gobierno ibéricos, a quienes sacó de sus cabales), y ha viajado varias al devastado Estado de Tabasco, aprovechando la coyuntura para anunciar apoyos de más de siete mil millones de pesos para ayudar a los damnificados y a la reconstrucción.

Sin embargo, ello no deber ser motivo para obviar una investigación profunda sobre las causas de la tragedia, que debe llevar a profundizar si quienes controlaban las presas y autorizaron liberar las compuertas de la presa Peñitas, antepusieron un interés netamente privado sobre el indiscutible interés público, lo cual sería, además, sumamente inmoral.

Hasta el momento los medios electrónicos nos quieren vender el impacto mediático de la desgracia por encima de las cuestiones de investigación de la responsabilidad en los hechos; alguno que otro comunicador toca el tema crucial, pero no profundiza ni se hace investigación serio al respecto; tampoco se cuestiona seriamente el papel de la Comisión Federal de Electricidad ni de la Comisión Nacional del Agua, quienes han permanecido al margen, siendo los responsables y operadores directos del manejo de los recursos hidráulicos del Estado de Tabasco y de todo el país; hay un absoluto silencio y hermetismo tanto de estas autoridades como de los medios informativos al respecto, porque tal vez se teme abrir otra cloaca de corrupción y de opacidad similar a la que se abrió recientemente en Petróleos Mexicanos, con la muerte de más de veinte trabajadores.

El peligro de que se estén dando estas poses protagónicas, por encima de las necesidades vitales y apremiantes de la población de ese Estado, constituye un riesgo muy serio para la vida y la salud de cientos de miles de personas que aún no se reponen del impacto de la devastación que les ha causado este fenómeno, porque sabiendo que Tabasco es un estado muy polarizado por los dos partidos políticos con mayores preferencias electorales y mayor presencia en los gobiernos y órganos de representación, en los que el PRD, en las elecciones presidenciales del 2006, obtuvo la votación mayoritaria en el Estado por encima de Acción Nacional, lo que significa que el Presidente Constitucional está en desventaja en las simpatías del pueblo con respecto al nombrado Presidente Legítimo de México, como que las circunstancias que se dan con el protagonismo político son más visibles cada día que pasa, comprobándose lo que dice el dicho: “a río revuelto ganancia de pescadores”

Sin embargo, López Obrador ya puso el dedo en la llaga, mencionando que existe responsabilidad de las autoridades gubernamentales, las cuales se tienen que investigar para aplicar la ley a los culpables, pero como los medios han aplicado la censura a todo lo que huela a López Obrador, entonces sus peticiones no han logrado eco, ni siquiera entre los integrantes de los congresos del país, quienes en definitiva no han hecho ninguna acción seria para paliar las urgentes necesidades de los tabasqueños.

El periodista Francisco Rodríguez, en su columna “Índice Político” escribe que la tragedia se debió haber previsto desde hace un mes, incrementándose la generación hidroeléctrica en forma permanente, pero esto no se hizo para no afectar las utilidades de los generadores privados.

Si la CFE hubiese generado electricidad mediante el proceso hidroeléctrico en esas presas desde que el nivel de las aguas comenzó a subir y no con gas, para dar más utilidades a los productores privados, la tragedia se habría evitado.

La Secretaría de Energía, al decir de Govea, está privilegiando la generación de electricidad con gas, para que sean más rentables las inversiones extranjeras. Explica por qué en octubre de 2005, los representantes de empresas de España, Japón, Canadá, Estados Unidos y Francia, entre otros, invirtieron en plantas de generación eléctrica con gas, se quejaron ante el Gobierno mexicano que cuando licitó plantas generadoras, ello había derivado en una baja rentabilidad de sus proyectos.

Lo anterior, aunado a otras investigaciones periodísticas, nos llevan a concluir que detrás de las inundaciones hubo negligencia intencionada, por lo cual es imprescindible que el gobierno federal se faje los pantalones y que aplique todo el peso de la ley a quienes resulten responsables por comisión u omisión; de esta menara, la imagen del país y de las autoridades cambiará ante la comunidad internacional y, sobre todo, entre los mexicanos, que están ansiosos de respuestas y acciones efectivas.

De lo contrario, seguiremos en el México sin liderazgo efectivo y sin rumbo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *